Plaza de toros de Las Ventas. Madrid.
Foto de Rafael Mulero Valenzuela
En memoria de José Mª Bugella de Toro.
Mi tío y padrino de bautismo.
Director del diario Patria de Granada.
Director de la revista El Ruedo.
Para Xaro, mujer cordobesa.
En situación de paro como millones de personas.
Negro zaino, facado,
Lucernito, llorón,
de Sanlúcar la Mayor,
tierra de olivo y sol.
Cariavacado, hondo y ensillado,
'cortejano' de blanca luz,
por campo andaluz vas
cornalón y bien armado.
Caballo y mayoral,
Escuchan Lucernito tu bramar
al sentirte en tierra mancornado,
junto a la ribera del Guadiamar.
Suena el clarín y sales avisado
al coso albero de sombra y sol,
Lucernito, tu porte levantado.
Al capote pronto,
crecido en el caballo,
y en tu lucha sin mugido
sales del quite enorgullecido.
Cuatreño valiente,
que aceptas reto y engaño
de torero insolente,
como lucha sin daño.
Tu sangre roja y espesa,
riega el vientre galgueño
en busca de una promesa.
Ahora llega olor a tomillo
en este anillo sin olivo,
y a las entrañas viene revoltillo.
Acometes por derecho, con nobleza,
pero edad te hace ir con sentido,
y ante la muleta conservas alteza,
Lucernito, de campo andaluz venido.
Pasodoble acompaña tu bravío,
pastueño como soledad del campo,
tu negro zaino se hace umbrío,
en lluvia de sangre sin escampo
De toriles nace un mugido.
La plaza…, en silencio estremecida.
Tu hermano de tarde está dolido.
Un solo pañuelo ya solicita,
fervoroso y reconocido la clemencia,
del señor presidente, que no acepta.
En burladero burlado.
Te van a matar,
Lucernito, apenado,
tu sigues sin bramar.
Torero y estoque de verdad
triunfal dice que lo dejen solo,
que solo tu estas con gravedad
esperando el final del protocolo.
Con muchos pies, con codicia,
sabe el mayoral que no usará
el torero, el volapié de astucia.
Mueres en los medios. Sin querencia
de tablas, ni salida de toriles,
como si muerte fuera advertencia.
Lucernito, negro zaino
facado y llorón
de Sanlúcar la Mayor.
Madrid, 28 de abril de 2011
© Rafael Mulero Valenzuela
Querido Rafael,
ResponderEliminarun bello homenaje y
toda una lección
de toros y de poema,
vaya por delante
para tí mi olé
con todo el cariño
del mundo.
Un abrazo
Hermoso pastueño este Lucernito. Casta y trapío a pesar de ser cariavacado. Bravura y nobleza...
ResponderEliminarYa sólo nos quedan los poemas para ver a estas criaturas.
Y ni siquiera el presidente fue capaz de sacar ese pañuelo...
Hermoso homenaje a la grandeza de esos grandes toros,donde es sublime su coraje,bravura y nobleza.Es un placer leerte amigo Rafael.
ResponderEliminarQue tengas un hermoso fin de semana.
Besos.
Bueno, Rafael, encima sabes de toros. Ya no vamos a poder dialogar contigo porque es imposible ponerte un reparo, eres bueno y bravo como Lucernito. Sigue escribiendo así, por favor. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarAmigo Rfael,
ResponderEliminarPrecioso y valiente homenaje a ese noble animal que es el toro, y que, intermediando el engño y abuso de sus instintos más nobles, es maltratado y desafiado por el torero, que no se atreve a plantarle cara limpiamente, como hacían en la Antigua Creta, donde los toros no sufrían daño alguno. Me gustaría a mí ver a uno de esos toreros famosos y bravíos plantándole cara a un toro de los de verdad en campo abierto, sin más ayuda que el propio cuerpo y las propias fuerzas.
Te envío un abrazo,
Antonio
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Querido amigo. Quise sentarme en la andanada de sol, pues ya sabes que me gusta más la estrella que el toro. Pero héte aquí, que les has puesto Lucernito, ahí lleva la luz en su nombre y no puedo dejar de admirar los versos que te ha inspirado el toro negro zaíno de Sanlúcar la Mayor. Hermoso homenaje a tu tío y padrino.
ResponderEliminarBesos con ole y olé.
Tu cultura taurina (y familiar) impregna la jerga de tus versos con una solera exquisita. Los elementos y símbolos taurinos son pura lírica y sentimiento en este homenaje.
ResponderEliminarQuerido Rafael, no deja de sorprenderme tu arte poético; eres el Rey Midas de la poesía. No es fácil poetizar el tema que se nos antoje pero tú lo consigues por la puerta grande.
Mi admiración.
Un enorme beso, mi querido amigo.
Hola, Rafael:
ResponderEliminarSe engrandece tan noble animal con el ritmo de tus versos, y...¡Olé!
Abrazos.
Oro, plata, sombra y sol,
ResponderEliminarel gentío y el clamor,
tres monteras, tres capotes
en el redondel
y un clarín que corta el viento
anunciando un toro negro
que da miedo ver.
Chicuelinas de verdad,
tres verónicas sin par
y a caballo con nobleza
lucha el picador,
y la música que suena
cuando el toro y la muleta
van al mismo son.
Viva el pasodoble
que hace alegre la tragedia,
viva lo español,
la bravura si medida,
el valor y el temple
de esta vieja fiesta.
Viva el pasodoble,
melodía de colores,
garbo de esta fiesta,
queda en el recuerdo
cuando ya en el ruedo
la corrida terminó.
Como toda buena faena le acompaña un pasodoble éste le va que ni pintao.
Maestro para usted dos orejas y rabo por este poema y yo desde el tendido como simple espectadora le doy las gracias.
Besos
Como siempre precioso poema, lleno de emotividad y de fuerza.
ResponderEliminarEspero que estés mejor de tus dolencias. Yo ya estoy en casa de regreso, e intento ponerme al día.
Besos, querido amigo
Bello y valiente poema, Rafael. Pese a los detractores pienso que la fiesta de los toros seguirá siendo la Fiesta Nacional.
ResponderEliminarUn besote, amigo☻
Aunque con retraso he llegado a tiempo de disfrutar de este hermoso poema taurino. Aunque hace siglos que no voy a una, siempre me gustaron las corridas de toro, pero aún me gusta mucho más todo el arte que las rodea; pintura, música y, cómo no, poesías como esta tuya que te hace vibrar.
ResponderEliminarHe escrito algunos poemas sobre este tema pero ya temo publicarlos por el revuelo que se suele organiza en los comentarios.
Un abrazo, amigo poeta.
Querido amigo:
ResponderEliminarAunque mi ignorancia en el mundo taurino es supina, aprecio el estupendo poema. Me han conmovido la nobleza y bravura de Lucernito, muerto inútilmente como tantas criaturas.
Será para mí un placer saludarte en el Ateneo el día 1 de junio. Muchas gracias por tu amabilidad de venir a la presentación de mi Laberinto carnal.
Un gran abrazo
Elvira