El vientre tiene
Una hondura de tierra,
Y allí el cuerpo se nutre como un árbol,
La térrea condición del hombre nunca,
Nunca más clara.
Vicente Aleixandre.
(Sevilla 1898 - Madrid 1984)
En memoria de mi madre
Lucrecia Valenzuela Moreno
(Fuengirola 1919 - Madrid 1998)
La noche, densa en su femineidad,
Me llega anhelante y despavorida
Huyendo de los amarillos solares.
E impávida y misteriosa toda ella,
Se deposita en mi alma alborotada
Que tirita en ese temblor áspero
Del miedo oculto y el secreto
De un futuro día todavía lejano
Que desconoce si a ser día llegará.
En el sueño profundo y ajeno
Mirad mi rostro verdadero
Despojado de los recuerdos,
Olvidada la antigua memoria,
Colmadas todas las necesidades.
Y miradme con leve cuidado
Antes que mis ojos despierten,
Y abandone las dulces aguas
Del blanco vientre de mi madre,
Donde antes de abandonarla
Por tres veces entoné el llanto.
Se acabará la alongada noche
Disuelta en sus propios sueños
Cuando las tibias luces del amanecer
Lleguen hasta mi calmado semblante
Y los finos rayos del sol naciente
Se apoderen por entero de mi cuerpo
Y diluyan las últimas lágrimas del rocío
Llegará rutinario y siempre ilusionado
El cándido Tiempo de la madurez tardía,
Y a él le acompañará sorprendido
El Tiempo de la esperada felicidad,
Adornado en sus galas de añoranza,
Limpio en danzas y júbilos blancos
De azules veranos en el Mediterráneo.
© Rafael Mulero Valenzuela
Enero de 2011
Un elogio lleno de lirismo y profunda emotividad, el camino que lleva al encuentro, el momento del recuerdo, la nostalgia, el amor completo.
ResponderEliminarPoema maravilloso Rafael.
Besos
Precioso poema, todo un retroceso a la memoria, al ser. Todo un homenaje a la madre, tu madre.
ResponderEliminarMe encanta Vicente Aleixandre, como tú.
Un abrazo
El amor de una madre es como el timón de un barco...te guía en la vida y nunca te hace perder el rumbo. Me encantó el poema Rafael.
ResponderEliminarUn saludo.
Tus ojos son los suyos, querido Rafael. Precioso recuerdo en espera de tiempo de la felicidad, del reencuentro.
ResponderEliminarBesos azules, como los veranos de tu infancia.
Un bello homenaje a la madre,
ResponderEliminarde nuestro ser cuna primera
que nos cobija y amamanta.
Precioso Rafael.
Besos
Un precioso y emotivo homenaje.
ResponderEliminarEl amor de una madre, incondicional, el amor más auténtico.
Saludos.
Mi apreciado RAfawl: Te leo, te sigo y te admiro..además te aprecio, ¿sabes?
ResponderEliminarEscribes que haces pensar y mi pena es que a veces mi reseñas no te llegan y pierdes la fe en mi, pero no debieras;soy amigo, soy fiel y soy constante, pero solo porque lo que escribes me llega, me hace pensar y me deleit desde el punto de vista poético,
No tengo la capacidad de sentir tu poesía de todos tus admiradores, féminas en su mayoría, por eso me considero en desventaja.
Gracias Rafael
Terronde tierra
Recuerdo lleno de dulce belleza para una madre. Es curioso pero, con los años empezamos a desandar ese camino hacia el útero materno que nos vio nacer. Quizás sea la circunferencia de la vida, tan circular como la Tierra.
ResponderEliminarPrecioso canto, Rafael, lleno de mística ternura.
Un fuerte beso, amigo.
Querido amigo, lamento llegar tarde a leer éste bello poema, que debo confesar, me ha emocionado muchisimo.
ResponderEliminarEl frio me cala los huesos, amigo y he cogido un tremendo resfriado.
Muy bello el poema que nos regalas, pero mucho mas bella tu madre. Dios te bendiga, amigo.
Te mando un beso enorme, con todo mi cariño!
~Charo Bustos.~
Querida Ana: te agradezco de verdad que hayas leído este poema dedicado a mi madre. ¿Y qué se puede decir de una madre? La mía fue buena con todos nosotros. Conmigo, particularmente, tenía una comunicación de lo más amplia y sincera. Aunque me decía que yo era un "zorrillo" y no le contaba mis cosas. Prefería que ella me contara las suyas.
ResponderEliminarUn beso
Querida Carmela: gracias por compartir conmigo este poema. Tu comentario es demasiado elogioso para mi . Ella, con su amor, permanece en mi memoria. Para mi en particular, fue una gran mujer.
ResponderEliminarUn beso, Carmela
Querido Flamenco Rojo: muchas gracias por visitar de nuevo este blog que tienes a tu disposición para lo que necesites. Es la primera vez que me dirijo a ti y te agradezco tu seguimiento. Espero no decepcionarte. Gracias por tu comentario tan acertado.
ResponderEliminar¿Tienes blog? No consigo dar con él. ¿Me lo dices?
No sé si mandarte un beso o un abrazo. De cualquier manera te mando todo mi respeto.
Mi querida amiga Isolda: tus besos azules siempre me llenan de ternura. Sus ojos eran resplandecientes y siempre llenos de una alegría que ocultaban algunas de sus penas.
ResponderEliminarLa amé porque fue buena y comprensiva con todos nosotros.
Un beso Isolda
Querida Marisa "Xanela": Ella tuvo cuatro hijos y, eran otros tiempos, a todos nos amamantó. Fue una mujer estupenda que heredó la chispa y la alegría de los Valenzuela.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un beso
Querida María: dices la palabra justa: "incondicional". El amor de una madre nunca se puede comparar al amor de un padre. Vosotras, las mujeres, tenéis una sensibilidad especial.
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
Un beso
Querido amigo Antonio: http://terrondetierra.blogspot.com
ResponderEliminarya sé de tu aprecio, no pierdo la fe, la mantengo en tu amistad sincera pero no merezco tu admiración. Tú sí eres una buena persona.
Ahora que parece que alguien te ha enseñado a moverte en estos inventos, espero tu visita y tus comentarios.
Un fuerte abrazo que te daré en El Café de las Sorpresas
Querida Marisa V.: tu comentario es preciso. Ese retorno al útero materno, esa circunferencia de la vida.
ResponderEliminarNunca antes le había dedicado nada a mi madre y tal vez me hubiera gustado haberlo hecho en vida. Pero ella sabía de mi amor y de mi entrega que también fue incondicional.
Cuando alguien me habla no muy bien de su madre, cuando no la recuerda como algo casi sagrado, me estremezco y me pongo a pensar en lo afortunado que he sido.
Un beso muy fuerte de tu amigo
Mi querida Charo: a mi no me des sustos con resfriados ni indisposiciones, que yo ya no estoy para estas cosas. Bastante tengo yo ya conmigo.
ResponderEliminarPonte buena de inmediato que aunque no soy hombre autoritario en esta ocasión así lo mando.
Muchas gracias por tu comentario y gracias por el piropo que le dedicas a mi madre.
Tú bien sabes que los que escribimos, mal o bien, pretendemos transmitir al lector nuestra emoción y si en este caso lo he conseguido me siento recompensado ampliamente.
Que Dios también a tí te bendiga y te proteja siempre.
Te mando igualmente un beso enorme lleno de mágicas medicinas para que te pongas bien.
El tiempo siempre hace que la entrañabilidad y la emotividad desechen al olvido.Una belleza lírica , este poema.Mucho.
ResponderEliminarAbrazos
Querida Tierra de Poetas: gracias por la visita a este modesto blog que se encuentra a tu entera disposición para todo cuanto necesites.
ResponderEliminarMe siento bien al recibir tu comentario y espero que en sucesivos o anteriores no te causen decepción.
Con todo mi afecto
No tienes nada nuevo, pero te dejo mis saludos, y decirte que acabo de enlazarte en mi lista de blogs, Rafael.
ResponderEliminarUn beso.
Hola estimado Rafael , preciosos sentimientos los que dejas plasmados en este poema ,y es que madre solo hay una , vientre de nuestra vida.Su amor es excepcional,nos enseñan el valor de la ternura y tu nos has reflejado una preciosa mirada sobre ella.
ResponderEliminarQue tengas un feliz día.
Besos con cariño.
Querido Rafael; me encanta como regresas a la nada para desde ella recorrer el camino que junto a tu madre te hizo ser como eres. Me encanta el amor y respeto que hacia ella profesas en estos versos y... me encanta la fotografía que de ella nos presentas, bella mujer de mirada dulce y profunda.
ResponderEliminarUn abrazo, querido amigo.
Hola, Rafael:
ResponderEliminarDe su vientre terrenal nacemos y finalmente a la tierra volvemos, somos las ramas de un frondoso árbol llamado "Madre".
Muy hermosa dedicatoria, igualmente lo era tu madre, la fotografía así lo exalta.
Abrazos.
Toc...toc...hay alguien aqui???
ResponderEliminarSoy tu amiga invisible....puedo pasar???
Bueno...tanto han hecho, que me abrí un blog.
Ahora dejo de ser anónima, jaja...
No sé escribir poemas, pero al menos me escucharas cantar, de a poquito iré subiendo canciones mias.
Tu poema es maravilloso, Rafael...y tu blog...aun mas, jaja☺
Un beso y muy feliz fin de semana!!
_SANDRA_
Rafael, amigo y gran poeta: Si espero un poco más para comentar tu poema, el ordenador puede estar lleno por tus amorosas comunicantes. No sé qué comentario hacerte. Es tan bello el tema y tu palabra poética es tan perfecta que lo único que puedo hacer es darte las gracias por regalarnos este poema tan sentido y espiritual. El amor a tu madre se expande del poema como un aroma personal de cariño eterno, ¡Enhorabuena, poeta! Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQuerida Cerynise: Me espanta contemplar o saber que una madre no muestra ternura con su hijo. Vosotras las mujeres lo lleváis inherente. A nosotros los hombres a veces nos educan ocultándonos ese maravilloso sentimiento.
ResponderEliminarBuen domingo amiga.
Siempre un beso
Querido y respetado amigo Terly: tu comentario me es muy valioso sabiendo del amor y respeto hacia tus padres y por ello lo estimo con la misma gratitud que mi madre te agradecería tu cumplido.
ResponderEliminarUn fuerte y entrañable abrazo
Querido Rafael Lizarazo, mi amigo lejano: agradecerte de nuevo este comentario en su primera parte y expresarte mi reconocimiento por la bondad que tienes con mi madre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Querida Sandra:
ResponderEliminarDios mío, a la puerta están llamando.
Sí, aquí estoy.
¡Pero si es la amiga invisible!
No os demoréis. Hacedla pasar. No ella no tiene que pedir permiso para pasar. Esta es su casa. ¿Acaso no lo sabéis?
¡Ah, que desilusión! Ha dejado de ser la amiga invisible. Ahora tiene blog. Pero se oculta tras un abanico florido mientras canta su canción. Yo, que era la envidia de mis amigos porque tenía una amiga invisible y ellos me creían un niño. Ahora tendré de nuevo que ser un hombre serio, honesto, comedido y ya no podré soñar por las noches.
¿Cómo que no sabes escribir poemas? Ya los he leído y te he escuchado como si fueras una ola en la mar.
Algo enfadadillo estoy. Pero debo conformarme. Te gusta más mi blog, -que ya sabes que está a tu disposición-, que mi poema. Buena la hemos apañado.
Muchas felicidades por tu blog. Cuenta conmigo como asiduo.
Un beso muy fuerte
Querido amigo Fernando: Una advertencia muy seria. Si no fuera por esos entrañables comentarios este blog no tendría sentido y se iría al garete aunque tu no me dejarías hacerlo.
ResponderEliminarSiempre recibo tu comentario con expectación porque aunque no seas "cariñoso" siempre eres bondadoso.
Celebro tu reincorporación con ese bonito relato.
Un fuerte abrazo. Nos vemos en el Café de las Sorpresas que da título a un nuevo poema que acabo de colgar.