miércoles, 13 de octubre de 2010

Ahora que me muero



Pero la esperanza canta siempre a lo lejos
Anna Admátova


Para mis hijos Jacobo Natalia.
Para todos los niños del mundo.


Ahora que me muero
Me refugio en la soledad de mis acentos.
La pena y el dolor tocan arrebato en mi cuerpo
Que silencioso se marcha en busca de descanso
Llorando para, a fin de cuentas, seguir viviendo.

Todo me quema.
Me quema hasta la poca vida
Que en mi cuerpo abrigo.

Me queman las lágrimas
De mis lentos ojos
Y mis palabras de amor sincero.

Me quema la luz de desconocido anhelo
El amor que siembro y no germina,
Me quema al alba el rocío del girasol.

Me estoy abrasando entero
Por la vida que sueño
En tantas emociones y destellos.

Me estoy muriendo
Convertido en ascua resplandeciente
En olores y colores del aire que respiro.

Me muero mansamente
En cada poema que me nace
En la clausura de mi melodía.

Me muero
En una oración abortada
Por el pánico desconocido.


Me muero, compañera,
En su llanto y en su risa
Compañera, mira, que ya me muero.

Me muero en tu juego y alboroto
En la paz de tu sueño desvelado
En tu manita aferrada a mi cabello.

Me muero en la mar inmensa de tu grito
Cuando impaciente esperas mi regreso
Y dices mi nombre entero.

Me muero en ella, joven girasol,
Que me mira entusiasmada
Como si en mis ojos encontrara claridad.

Me muero cuando pensáis de mí
Que feliz vivo en mí mismo
Porque en silencio escondo el duelo.

Me estoy muriendo, hijos,
Como estoy viviendo
En ese sueño del que nunca despierto.


9 de octubre de 2010

10 comentarios:

  1. Hola Rafael, me gustaría invitarle a visitar el nuevo sitio de poesía www.latino-poemas.net

    Ayúdanos a compartir sus poemas :)

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  2. Rafael, amigo y poeta. Siento defraudarte, esta vez no puedo decir que no me gusta tu poesía. Has conseguido emocionarme. Además te felicito por darnos señales de tu presencia poética, de tanto valor. No dejes de visitarnos para transmitirnos ese calor humano que tienes y que celosamente te guardas. Un abrazo muy fuerte, Rafael.

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  3. ¡Qué belleza!

    Es extraordinaria y potente la imagen de ese girasol que se mueve buscando la luz de tu mirada.

    De pronto me has recordado los versos de Santa Teresa:
    "Vivo sin vivir en mí,
    y de tal manera espero,
    que muero porque no muero."




    Un cordial saludo.

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  4. Me sumo a los precedentes, es un poema de una belleza insostenible.
    Un abrazo.

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  5. Un gran poema escrito desde
    ese duelo que todos
    guardamos celosamente.

    Un abrazo muy fuerte

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  6. En tu poema late una vida que arrastra a la muerte al más allá. Me han estremecido tus sentimientos, sinceros y hermosos, tristes pero palpitantes, llenos de vida y en donde la danza macabra de la muerte palidece ante el tango de tus versos.

    Un fuerte abrazo, mi querido Rafael.

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  7. Morir...o tal vez soñar... tal vez es la muerte de las estrellas... que se llevan su luz a otra parte.
    Nacemos con ella; con la invencible... es curioso que la muerte sea inmortal...

    Muchas gracias Rafael por acercarte a mi blog y dejarme ese comentario tan bonito y tan lleno de sabiduría...
    Un beso.

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  8. Este poema me parece maravilloso. Lleno de sabiduría, sentimiento, emoción, sinceridad y transido por la lectura de los clásicos (como bien apunta Noray), a ellos a quienes les debemos todo, pero al mismo tiempo con magistrales incorporaciones de la poesía contemporánea.

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  9. Ahora que te mueres, de emoción nos haces morir contigo. Cuánto sentimiento y qué bien plasmado en estos versos, querido Rafael.
    Vine a visitarte en diversas ocasiones pero te vi un poco perezoso en la actualización de tus publicaciones, pero valió la pena la espera si estabas cocinando un poema de tanta sensibilidad como éste.
    Un abrazo, querido poeta.

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