martes, 10 de agosto de 2010

Sombrío azabache


En mi alma taurina
Un crespón negro llevo
De indignación bravía lleno
Por la fiesta traicionada
De tantos ancestros heredada.

Ondea en mi alma amortizada
Un crespón de sombrío azabache
De tanta política malintencionada.

España, Patria mía,
En mi pobre alma sentida
Dónde sin rumbo vas guiada
Yo que te recuerdo en antiguas batallas
Ni perdidas ni ganadas
Siempre rencorosas y vivas
En esa memoria inerte
Sin reconciliación
Rencorosa
Despiadada
Ensangrentada perenne
Que llama siempre a la paz, a la paz
Y ella nunca te responde.

¡Hasta cuándo te he llamar España!
Ay Patria mía
De tantas congojas compañera
Cómo me dueles
Cómo te necesito
Cómo tu pálpito siento.
España, mi Patria querida
Siempre herida
Siempre sangrando
Siempre en mi sueño
Soñando…

España cuándo de ti no haremos
Una tierra dividida,
Escindida en dolores de muerte
Mientras el poeta y el filósofo
No inventen el espíritu español.

España mía, querida aquí y en la distancia
Quiero de ti hablar con mesura
Reposarte en mis entrañas
Sin rencores ni odios
Sin antiguas y rancias memorias
Sentirte dentro como un poso hondo
De Patria, siempre de Patria.
Piensen ustedes poetas míos
Filósofos del tiempo histórico
Sociólogos y eminentes historiadores
Un espíritu nuevo, propio, indivisible
Mientras yo les ayudo
Con mis palabras, esas palabras
Que siempre, sin límite ni remedio,
Se las llevan los vientos.

España
Siempre en poza de sangre
Herida en evocaciones agrias
Siempre soñando en sueños
No ves que la vida se me va lánguida.

España hasta cuándo he de esperarte.

6 comentarios:

  1. Hola Rafael:

    En primer lugar agradecerte la visita a mi blog y tu acertado y simpático comentario.

    Después de leer tu espléndida y emocionada composición me he quedado pensativa...
    Lejos del tema de taurófobos o taurófilos, me inquieta y entristece que costumbres y tradiciones populares puedan ser dirimidas en un Parlamento y, lo que es peor, que se utilicen como arma arrojadiza para que prevalezcan unas determinadas posturas que vienen bien o muy bien.

    En tu poema se oye el eco de tu alma taurina gritando un nuevo espíritu de paz, alejado de odios e intereses muy interesados. Y eso me ha parecido bello.

    Mis felicitaciones y me acomodo en un rinconcito de tu espacio para seguirte por estos lares.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Mi apreciado RAfael: Nunca hemos hablado de toros tu y yo, se ve que no ha habido ocasión propicia para ello y tras leer este estupendo poema tuyo, lleno de sentimiento; no solo hacia el mundo del toro, que no se pasa por alto el toque de atención que das de refilón a otros como el sentimiento de unidad, me paredce que tenemos algo pendiente de que hablar.
    Hubo un tiempo que en San Sebastián de los Reyes daban corridas o novilladas todos los domingos, yo trabajaba en un Laboratorio, Cyanamid, con sede en ese municipio y algunos de mis colaboradores eran empleados de la Plaza de toros y me daban siempre entrada de callejon "Servicios"; por tanto he visto un sinfiín de festejos y tengo anécdotas para aburrir. ¿Te acuerdas de "El Pipo", primer apoderado de "El Cordobés"?, pues este individuo, cuando ya no apoderaba a nadie, pero tenía pase en cualquier plaza, me pedía insistentemente que yo le regalara uno de los rabos de cualquier toro lidiado, creyendo que yo era "alguien" allí

    ResponderEliminar
  3. Hola Marisa, profe, es para mi un auténtico honor que una profesora de Lengua y Literatura visite mi blog. Un cierto rubor me sobreviene con tu categoría. Tienes razón en lo que me dices y de alguna manera, sin violencia, siempre hay que defender la libertad, siempre la libertad.
    Siempre tendrás en mi blog un lugar especial, ese "rinconcito" que ya es tuyo. Te pido un favor. Sé crítica, no ácida, y así me ayudaras. Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Antonio, todo lo que sé de toros, que es bien poco, lo aprendí de la mano de mi tío y padrino José Mª Bugella de Toro pasando unas vacaciones en Granada. Cuando se vino a Madrid fue director de la revista El Ruedo. No sé si todavía existe. Cuando murió en Madrid, le dediqué un pequeño poema que publicaron en la revista. Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Veo por estos versos que coincidimos en nuestro amor patrio.
    En su momento también yo lo manifesté de esta manera:

    ¿POR QUÉ TE AMO, ESPAÑA?

    ¿Será por que el fuego
    del sol que te baña
    y ardiente te acaricia,
    ha incendiado mi alma?

    ¿Será que un soplo de aire
    arrancó tus pétalos
    e ingrávidos y suaves
    hasta mí volaron?

    ¿Será por ese azul
    que a cada instante
    con pasión te abraza
    o dulcemente besa?

    ¿Será por el sí, o el no,
    de tu contradicción
    eternamente eterna,
    que te absuelve, o procesa?

    ¿Será por tu pasado
    de luz y oscuridad
    que a veces me fascina
    y otras tantas me aterra?

    ¿Será por que te anhelo
    y por ti desespero
    y rezo y toco el cielo,
    y sufro y vivo y muero?...

    Será…
    .

    ResponderEliminar
  6. Hispania...España...cuanto dolor en el costado herido...un abrazo desde azpeitia

    ResponderEliminar