Foto: Rafael Mulero Valenzuela
Sujeto,
Verbo Y predicado.
No lo sé.
Tú,
Yo Y él.
En mis versos, otra vez…
¡Qué más da, mujer!
Adjetivo mísero:
La traición.Complemento indeseable:
La falta de tu fe.
Sujeto,
VerboY predicado.
Sin mis versos, nada sé…
No lo sé.
No lo séNo lo quiero saber.
Nunca lo sabré
En tu pena, mujer,
Tú,Yo,
Y, siempre, él.
© Rafael Mulero Valenzuela
Madrid 5 de junio de 2011
Amigo Rafael, este poema es una verdadera sorpresa ¡Me gusta!
ResponderEliminarAbrazos.
A mí también me gustan.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande Rafael.
Original composición metalingüística, donde el lenguaje sirve para hablar del propio lenguaje, en este caso perfectamente entendible y metafórico, baile de pronombres donde las terceras personas siempre serán...multitud.
ResponderEliminarMe gusta el giro que has dado a tu poética con esta composición.
Un beso, querido Rafael.
Apreciado RAfam, me rindo, esto no es para mi. No soy capaz de publicar el comentario que se me ocurre.
ResponderEliminarNo te preocupes, amigo Rafael. Lo tuyo tiene la consistencia del acero y la dureza del mármol. Es imposible que quiebre, sobre todo en monosílabos. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQuerido Rafael, me asombra tu poema, aunque me gusta. Escribe tus versos, así sabrás, según tus propias palabras. Los cactus no me gustan, así que te dejo besos llenos de calas.
ResponderEliminarRafael, este poema es precioso, dices muchas cosas con pocoas palabras.
ResponderEliminarEl próximo tiene que ser muy alegre, que ya vas por buen camino.
Besos y cuídate
Me has dejado sorprendida Rafael. Dices tanto...
ResponderEliminarDeslizas tus palabras dejando un rastro de espinas, espinas iguales a las del cactus que nos ofreces en tu fotografía, finas y punzantes.
Espero que haya surgido de un tiempo ya pasado.
Deseo que tus manos se encuentren mejor querido amigo.
Un fuerte abrazo
Conciso y diáfano poema, en el que, sin circunloquios ni artificios, transmites lo esencial de la comunicación:
ResponderEliminarTú, yo, él.
Y ¿qué te parece lo siguiente?
Yo, tú misma, nosotros
Un abrazo,
Antonio
Qué bella la tristeza cuando es acompañada de poemas como éste, Rafael.
ResponderEliminarEstoy intentando poder acudir a la presentación del libro de Fernando, si lo consigo, espero conocerte y darte un abrazo.