1ª foto. infanciahoy.com
2ª foto. server4.foros.net
3ª foto. server4.foros.net
Tiene sentido todo.
Mirar los árboles desnudos
Mojarse de lluvia en paseo solitario
Besar los labios de una mujer
Sentir su rocío en boca entreabierta.
Tiene sentido todo.
Llorar…, reír…,
Soñar…, amar…,
Componer un solo poema
Olvidar lo pasado
Imaginar un futuro
Aceptar que tendremos que morir
Esperar…, y aprender tantas cosas…
Incluso, en sueños disparatados, a volar.
Tiene sentido todo.
Todo hasta que nos roban la libertad
Después de nada sirve soñar
Ni siquiera volar, ni esperar
Añorando la libertad perdida
Aún cuando el poema nos haga llorar…
Tiene sentido todo.
Hasta la vida más miserable
Hasta la angustia incontenible
Hasta, incluso, la vileza cruel
Hasta la débil traición
Hasta el hecho de pararse el corazón
Tiene sentido todo.
Todo menos la guerra,
El asesinato, la violencia,
El fanatismo y el tormento,
La tortura de los niños.
Tiene sentido todo.
Todo, menos la guerra.
Tiene sentido todo,
Todo menos los niños soldados,
Menos los niños hambrientos,
Menos los niños violados.
Viernes 10 de diciembre de 2010
Hasta un mundo sin sentido, agobiante y despreciable, puede tener sentido, pero la guerra no, a un niño, no, a un alma inocente desprovista de malicia, NO, NO Y NO, no se puede condenar a un niño a llevar su alma tatuada por la miseria de la guerra.
ResponderEliminarTu sonoro lamento, que se escuche en los más elevados picos montañoso y en las profundidades de los abismos.
Un abrazo, querido amigo.
Un abrazo.
Claro, querido amigo y poeta Rafael. Claro que NO. A los niños que nos los dejen en paz. NO a la guerra de los niños, también NO a su abandono en la educación, NO a su prostitución y NO a todas esas cosas que nosotros nunca haríamos a nuestros hijos. Tu poema nos trae la terrible realidad de un mundo que existe, que está ahí cerca de nosotros y que casi no pensamos en él. Un abrazo.
ResponderEliminarComparto tu poema, querido Rafael y me duele. Todo tiene sentido, incluso el sinsentido, pero nunca el daño infligido a un niño, ni moral ni físico. Los niños son intocables, frágiles cuerpos que hay que alimentar y educar con todo el cariño del mundo. Por eso son niños.
ResponderEliminarUn beso lleno de vida.
Hola, Rafael:
ResponderEliminarEncontré tu enlace en el blog de Fernando, te felicito por tu estupendo poesía.
Cordial saludo.
Querido Terly: ¡Qué alegría encontrarte de nuevo! Me uno a tu NO más enérgico y rotundo. Velemos todos juntos por los niños del mundo; ellos constituyen, sin ninguna duda, la esperanza más diáfana de nuestra sociedad.
ResponderEliminarRecibe mi entrañable abrazo y respeto.
Querido amigo y poeta Fernando: Por lo menos levantemos nuestra voz, digamos nuestra palabra, para que esos crímenes desaparezcan y nuestros niños sean niños: solo pedimos eso. ¿Es mucho pedir? Un fuerte abrazo
ResponderEliminarQuerida Isolda: gracias por compartir ese sentimiento que nos conduce a la protección de los niños, a su enseñanza, a su formación íntegra como seres humanos. Que cada cual ponga su granito de arena contra los asesinos y depravados. Luchemos sin descanso, sin tregua. Tu beso me da vida. Yo te lo devuelvo lleno de gratitud.
ResponderEliminarQuerido Rafael: gracias por tu visita y tu comentario. Fernando es un excelente poeta y mejor amigo. Visitaré encantdo tu blog porque si sigues a Fernando seguro es que eres buen escritor. Recibe mi aprecio y consideración.
ResponderEliminarHola, Rafael:
ResponderEliminarSi te refieres a la Virgen de mi devoción, te cuento lo siguiente:
La Virgen de Chiquinquirá, Reina y Patrona de Colombia se venera en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, ciudad cercana a Tunja la Capital del departamento de Boyacá. Allí acuden todos los domingos, miles de peregrinos para asistir a las misas y procesiones. Su fiesta patronal es el nueve de Julio.
Su historia se remonta al 26 de Diciembre de 1586 cuando el deteriorado lienzo que guardaba la imagen de la Virgen del Rosario y que reposaba en un pequeño oratorio de la capilla, recuperó milagrosamente sus brillo y colores originales.
Desde entonces, cada año, se realizan tradicionales romerías o grandes peregrinaciones para conmemorar el magno acontecimiento, sus milagros y favores concedidos son innumerables.
Gracias por tu interés,
Abrazos.
Efectivamente, Rafael, todo tiene sentido menos el sinsentido de los niños soldados, especialmente en África, donde son raptados y obligados a coger las armas y matar, incluso a miembros de su propio pueblo o aldea para así garantizar su permanencia en las guerrillas y evitar que escapen. Niños a los que se le priva de la infancia, niños que sus juguetes son los rifles, niños que juegan a una guerra oblidada e inventada por el sinsentido.
ResponderEliminarSí, Rafael, todo tiene sentido, pero algo no.
Muy bello, y necesario tu poema.
Un fuerte beso.
Querido Rafael. Me ha emocionado profundamente esta entrada, tanto que me gustaría ponerla tal cual está aquí y con tus credenciales en uno de los blogs que tengo en mi colegio, si tú me das el permiso.
ResponderEliminarGracias por tu voz, que es grito, para con estos indefensos seres.
Un abrazo
Querida Ana: Tienes mi permiso para hacer la publicación que me solicitas.
ResponderEliminarPara mi es un regalo que me haces muy bonito y de gran generosidad por tu parte.
Si me envías tu dirección de correo te la mandaré por el mismo medio.
Querido Rafael, ya ha sido publicada esta entrada en el Blog de Igualdad de Oportunidades de nuestro cole.
ResponderEliminarhttp://blogsonrisasdecolores.blogspot.com/2011/01/ninos-soldado.html
Gracias amigo Rafael por tu genorisad y tu amable atención.
Besos
Lo encontré, Rafael, y ha merecido la pena. El silencio de los niños que portan un arma debe pesarnos, aplastarnos y dolernos. Y es deber del poeta expresarlo. Del poeta de enorme y tierno corazón.
ResponderEliminar¡Miles de besos!
Soledad:
EliminarGracias por acercarte a este blog. Te agradezco profundamente tu comentario y el esfuerzo que has realizado para localizar este poema. Los niños me inspiran un profundo respeto.
Un beso siempre
Moisés Augusto:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Escueto pero lleno de garra.
Un abrazo